Las abejas avisan a sus congéneres de las plantas donde existe peligro de ataque
Un trabajo de la Universidad de Tours (Francia) y la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería (EEZA-CSIC) publicado en Animal Behaviour muestra que los animales que viven en colmenas tienden a marcar con feromonas aquellas flores en las que han sido atacadas. En cambio, los animales solitarios –no todas las abejas viven en enjambres- no lo hacen. Como las señales son exclusivas para sus congéneres, solo los otros animales de una colmena captan el aviso.
En el estudio se simuló el ataque a las abejas que se aproximaban a flores determinadas presionándolas con unas pinzas, como si fuera el pico de un ave. Y se midió qué pasaba con otros insectos. Si se trataba de miembros del mismo enjambre, captaban la señal y las probabilidades de que se posaran se reducía. Si el animal amenazado era de las especies amenazadas, no dejaba ninguna huella del peligro, y la probabilidad de que otra abeja de la misma especie se posara (y fuera, por tanto, más vulnerable) es mayor.
Hasta el momento, no estaba claro el papel que pueden jugar las feromonas evasivas de alarma –feromonas que provocan una respuesta de escape cuando los insectos visitan las flores– en las abejas sociales.
Nuestros resultados indican que, a diferencia de las abejas solitarias, las abejas sociales usan este tipo de señales a nivel de flor para señalizar a sus hermanas del peligro de la presencia de un depredador cercano”, ha declarado a la web de informaciones científicas SINC Ana L. Llandres, de la Universidad de Tours, investigadora principal del estudio.
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