Algunos anfibios en peligro de extinción como la rana arlequín limosa (Atelopus limosus) tienen por fin alguna esperanza de aferrarse a la supervivencia gracias a un programa de cría en cautividad a cargo de la sinergia entre varios grupos de conservación, como rescate de Anfibios de Panamá, el Proyecto de Conservación y el Smithsonian Conservation Biology Institute .
Por primera vez, los investigadores del proyecto de cría en cautividad han logrado sacar adelante a nueve especímenes de rana arlequín limosa de un par de acoplamiento, ya través de una segunda pareja han conseguido cientos de renacuajos más.
Por primera vez, los investigadores del proyecto de cría en cautividad han logrado sacar adelante a nueve especímenes de rana arlequín limosa de un par de acoplamiento, ya través de una segunda pareja han conseguido cientos de renacuajos más.
Rana vampiro
Los anfibios, son tan pequeños en su “infancia” que su tamaño les permite posarse sobre la cara de George Washington en una moneda de cuarto de Dólar de EE.UU.
"Estas ranas representan la última esperanza para su especie", dijo el biólogo Brian Gratwicke, del Smithsonian Conservation Biology Institute, en un comunicado.
Son parte de un proyecto destinado a salvar las poblaciones de varias especies de ranas en Panamá, incluyendo la rana coronada (Anotheca spinosa) y la rana marsupial cornuda (Gastrotheca cornuta).
A flor de piel
La deforestación, la contaminación del agua y la sedimentación corriente son las principales amenazas para la especie de arlequín, de acuerdo con las evaluaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Otro de los problemas sería el hongo quítrido de los anfibios.
La enfermedad virulenta, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), ataca a la queratina contenida en la piel de un anfibio. Los investigadores no están seguros de cómo el hongo mata, pero algunos estudios han demostrado que el Bd puede afectar la capacidad de una rana para el transporte de moléculas a través de su piel.
Las ranas obtienen el agua y el oxígeno a través de su piel, por lo que una enfermedad que afecta a esta es motivo de preocupación. Algunos estudios han relacionado la enfermedad en aproximadamente un tercio de las posibles extinciones del género Atelopus en las ranas arlequín de América Latina.
Pero puede haber alguna esperanza para los anfibios, incluyendo las ranas arlequín limosa.
Una nueva investigación publicada 21 de marzo en los informes de diario científico consideró que el aumento de la temperatura del cuerpo en tres especies de ranas australianas (Litoria lesueuri, Litoria serrata, y nannotis Litoria) redujo el riesgo de infección por el hongo quítrido.
Esta relación con la temperatura corporal puede explicar el comportamiento de la infección visto en todo el mundo, según dijeron los autores del estudio. Y la manipulación de hábitats para aumentar las oportunidades para alcanzar temperaturas más cálidas pueden ayudar a combatir la enfermedad de los anfibios.
Esta relación con la temperatura corporal puede explicar el comportamiento de la infección visto en todo el mundo, según dijeron los autores del estudio. Y la manipulación de hábitats para aumentar las oportunidades para alcanzar temperaturas más cálidas pueden ayudar a combatir la enfermedad de los anfibios.
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