La mayoría de iguanas reciben una alimentación pobre en calcio. Ésta es la principal causa de la enfermedad más frecuente en iguanas: la Enfermedad Ósea Metabólica, también llamada osteodistrofia.
Lamentablemente, la mayoría de iguanas que viven como mascotas reciben una alimentación incorrecta o viven en condiciones inadecuadas. Esto ocasiona numerosas enfermedades, llevándolas a una muerte prematura y dolorosa.
De todas las enfermedades causadas por cuidados inadecuados, la más frecuente es sin duda la Enfermedad Ósea Metabólica. Esta enfermedad recibe diversos nombres que pueden llevar a confusión, como son: osteodistrofia, hiperparatiroidismo nutricional, o coloquialmente, raquitismo y descalcificación.
Las causas que provocan esta enfermedad son varias, pero la más habitual es una alimentación pobre en calcio. En ocasiones puede que el nivel de calcio en la dieta no sea bajo, pero que se acompañe de un exceso de fósforo. La relación calcio/fósforo en la dieta de una iguana debe ser de 2/1.
Otra causa frecuente es la falta de luz ultravioleta tipo B (UVB), que es la que activa la vitamina D3 y permite a la iguana absorber el calcio desde el intestino. Esta radiación sólo se halla en la luz solar sin filtrar por cristales y en fluorescentes especiales para reptiles.
La enfermedad se presenta con más frecuencia en iguanas jóvenes, en los meses posteriores a su adquisición, cuando no se les ha proporcionado la dieta o cuidados adecuados.
Los huesos sufren una descalcificación progresiva, y las extremidades se deforman adquiriendo un aspecto abultado, que algún propietario puede llegar a confundir con el de un animal robusto. En muchas iguanas jovencitas la mandíbula se abulta lateralmente y se deforma, quedando más corta que el maxilar superior.
La descalcificación ósea favorece la aparición de fracturas en las extremidades, que no siempre provocan cojeras visibles: a veces sólo se observan abultamientos en las patas. Si las fracturas afectan a la columna se pueden producir desviaciones y parálisis más o menos avanzadas.
Otro síntoma de la enfermedad es el estreñimiento y abultamiento del abdomen, por el acúmulo de heces y gases. Muchas veces no se altera el aspecto externo del animal, sobre todo si éste ya es adulto.
Esta enfermedad también se asocia a lesiones graves del riñón, que no se traducen en síntomas específicos.
Para resolver la enfermedad hay que empezar por corregir la alimentación, ofreciendo una dieta con abundantes verduras ricas en calcio, así como acceso directo a la luz del sol y a un buen fluorescente para reptiles.
Será conveniente suplementar la dieta con algún complemento de calcio, espolvoreando sobre el alimento cada día. Cualquier posible exceso de calcio en la dieta simplemente no se absorberá. Se comercializan varios complementos formulados especialmente para reptiles: Nekton, Exo Terra. Conviene incluso emplear calcio asociados con vitamina D3.
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